lunes, 6 de abril de 2015

Verguenza

Me averguenza reconocer que en un punto de mi vida, llegue a pensar que el problema estaba en mí; en no ser lo suficiente mujer, en no saber como encender y recibir su deseo o distribuir su pasión por todo mi cuerpo...

Me averguenza reconocer que por mucho tiempo me sentí perdida y sin rumbo, y al no saber lo que realmente era el amor, olvidé mi amor propio por buscarlo en otro ser que no sabía lo que realmente era un amor verdadero

Me averguenza reconocer que ciegamente creí en su promesa de amor sincero a cambio de mi entrega absoluta porque según él estabamos destinados aunque en mi corazón sabía que el amor no era para mí

Me averguenza reconocer que abandoné mis convicciones por sus certezas sin fundamentos y hoy, luego de cortar mis alas y encerrarme en una cárcel de cristal y tirar la llave para huir desesperadamente de aquella locura que llaman amor; me averguenza reconocer que aunque sigo negandome al amor, quisiera por lo menos sentir esa cosa que llaman enamoramiento, la pasión en la piel y la sed que provocan los besos apasionados de unos labios, aunque sean prestados ...


No hay comentarios:

Publicar un comentario